El misterio de la lluvia perdida. Capítulo 1



Colegio Tierno Galván, Totana. Clase de 5ºB
Tutora: Inés Morcillo

Hacía varios años que no llovía en la Tierra. La situación era desesperante. Las casas sólo disponían de media hora de agua. La gente tenía que acudir a los ríos y pantanos para recoger la poca  que quedaba disponible. Todo el mundo estaba sucio porque preferían beber un poco  en vez de ducharse, así que todos olían fatal. Toda la vegetación estaba a punto de secarse y el agua se había evaporado casi toda. Una niebla verde y misteriosa envolvía la Tierra.


Iván estaba en su casa viendo la tele. En ese momentohablaba el hombre del tiempo:
 -Es un caso extraordinario. Parece un apocalipsis. Me entristece mucho tener que decirles siempre lo mismo: que nunca llueve. El pronóstico del tiempo es el mismo desde hace nueve años. Aconsejamos que no salgan de casa por peligro de deshidratación. La NASA  enviará un cohete con hielo seco a las nubes para intentar que llueva. Los investigadores siguen sin encontrar la explicación del fenómeno.
Mientras Iván escuchaba lo que decía el  hombre del tiempo llamó su amiga Cristina. Los dos vivían en un pueblecito  de Murcia.
-¿Estás viendo la tele? -preguntó Cristina.
-Sí. ¡Estoy harto de escuchar siempre lo mismo! ¡Debemos hacer algo!- respondió Iván.
-¿Investigamos?
- ¡Claro! ¡Pero, solos no podemos! Un animal con alas nos vendría bien para investigar lo que está ocurriendo en las nubes.
-  ¿Y dónde vamos a encontrarlo?
- Por aquí cerca hay un circo.
-¡Sí! ¡En el Circo Mágico!
- Pero ¿cómo vamos a salir a la calle si hay peligro de deshidratación?
- ¡Nos podríamos vestir con unos chalecos llenos de botellas de agua fresca!
Iván y Cristina,  vestidos con sus chalecos especiales, se dirigieron al circo. Justamente al llegar, el domador de aves estaba actuando. El público llevaba mascarillas de la peste a sudor que había. Al terminar el espectáculo se dirigieron a él y le explicaron su misión. Entonces le preguntaron si les podía prestar una de las aves.

-Elegid entre las águilas -dijo el domador. Ésta es la más fuerte; ésta la más veloz y ésta es la que mejor vuela y la más resistente.


Los niños eligieron la última. El domador les comentó que en unas de las caravanas vivía el mago del circo y que les sería útil para su misión. Buscaron por todas hasta encontrarlo. Tocaron a su puerta y abrió el mago. Le preguntaron si podía darle algún poder al águila. El mago consultó el libro de hechizos y realizó un conjuro para que el animal hablara y entendiera todas las lenguas, diciendo las siguientes palabras:
¡TAPIZ, TAPAZ, TIPUZ!
¡Este conjuro sólo lo usas tú!




Al despedirse les entregó unos polvos mágicos para que el águila pudiera cambiarse a cualquier tamaño: grande o pequeño. Los niños le dieron las gracias al mago ysalieron del circo. Pensaron que también necesitarían a alguien que entendiera de meteorología. A Iván se le ocurrió quién podría ayudarles:

 -¡El hombre del tiempo! Entonces se dirigieron a los estudios de televisión. Para poder ver entre la niebla verde tuvieron que coger unas linternas y se pusieron unas gafas infrarrojas para visión nocturna, además de sus chalecos cargados de botellas de agua.

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